La preparación y el cuidado posterior son aspectos cruciales para garantizar una experiencia segura y placentera con el sexo anal, especialmente para quienes lo prueban por primera vez. Aquí tienes algunos consejos importantes a tener en cuenta:
Usa lubricante: En las mujeres, a diferencia de la vagina, el ano no produce su propio lubricante de forma natural. Por lo tanto, es fundamental usar un lubricante para reducir la fricción y aumentar el placer, a la vez que se minimiza el riesgo de desgarros en la piel. Opta por lubricantes a base de agua, ya que los lubricantes a base de aceite, como las lociones, pueden debilitar los condones y aumentar el riesgo de rotura o fallo.
Experimenta con diferentes tipos de contacto anal: Si no te convence el sexo anal, puedes explorar varios tipos de contacto anal para ver cuál te resulta placentero. Las investigaciones sugieren que un porcentaje significativo de mujeres disfruta de diferentes formas de contacto anal, incluyendo:
Superficie anal: contacto sexual sobre y alrededor del ano utilizando un dedo, un pene o un juguete sexual.
Anal superficial: contacto penetrante justo dentro de la abertura anal, sin ir más allá de la punta de un dedo o un nudillo.
Emparejamiento anal: contacto físico en el ano o dentro del mismo combinado con otros tipos de contacto sexual, como penetración vaginal, estimulación del clítoris o, para los hombres, caricias en el escroto, el perineo o el pene.
Al principio, tómatelo con calma. Anima a tu pareja a ir despacio y no a penetrar completamente hasta que estés listo. ¿Has oído hablar de "solo la punta"? Esta sería una excelente manera de empezar. Asegúrate de estar cómodo hasta que progreses con la penetración completa, incluso si tu pareja está lista. Ella también lo estará. 😊
El cuidado posterior es lo más importante. Usa productos como "After Butt Play" de Dr. Tush's Natural Products para obtener un alivio inmediato, a la vez que crea una barrera protectora que cicatriza y protege la zona contra fisuras o desgarros anales. Esto te ayudará a recuperarte más rápido y a volver a la actividad física más rápido.
Al experimentar con estos diferentes tipos de contacto, puedes explorar tus preferencias y niveles de comodidad antes de decidir si practicar sexo anal. Recuerda comunicarte abierta y honestamente con tu(s) pareja(s) sobre tus deseos, límites y cualquier inquietud que puedas tener. Y prioriza siempre el consentimiento mutuo, la confianza y el respeto en cualquier encuentro sexual.